Elizabeth Peters cuenta el sufrimiento que produce el Síndrome post-aborto
Enviado por GalsuindaReligion en Libertad ha publicado este testimonio de una mujer que ha sufrido el SPA y ha sido atendida por Proyecto Raquel en Canadá
Con la confianza de que ayude a otras madres y familiares y amigos de mujeres en esta situación a no juzgar y ayudarles. No dejéis de pasaros por SpeiMater donde encontraréis información para ayudar a las madres en peligro y cursos de formación
Los efectos psicológicos de realizar abortos
Enviado por GalsuindaUn artículo un poco largo, pero creo que merece la pena leerlo ante tanta negación del síndrome postraumático. Léelo con calma. Los enlaces del original están al final de la entrada. Un resumen de esto lo encontré en Aciprensa y decidí encontrarlo para leerlo entero. Espero os sirva.
Joven madre se suicida al mes de abortar
Enviado por GalsuindaEs de hace casi dos años pero la rescato de Aciprensa, ante la dudas de ciertos sectores que niegan la existencia del síndrome post aborto
Una joven madre soltera británica se suicidó casi un mes después de someterse a un aborto, “perseguida” por la decisión que tomó, según informa la prensa local.
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Jade Rees. Foto de Facebook |
Jade Rees, de 21 años, tenía un hijo de dos años, producto de una relación anterior. Comenzó un nuevo noviazgo a comienzos de 2015 y quedó embarazada.
Sin embargo, su novio terminó la relación y ella, sola y sumida en la depresión, se sometió a un aborto en octubre del año pasado.
Alrededor de tres semanas después, el 3 de noviembre, la joven se suicidó ahorcándose en su habitación. En su teléfono celular sonaba la canción “Small bump” (“pequeño bulto”) de Ed Sheeran, que cuenta un caso de un aborto espontáneo, hijo de unos amigos del compositor. En la canción de Sheeran se oyen frases como “porque eras solo un pequeño bulto durante cuatro meses, luego arrancado de la vida. Quizás te necesitaban allá arriba pero nosotros aún no sabemos por qué”.
Según el diario británico The Daily Mail, tras el aborto Jade quedó “molesta y angustiada”. En una carta dirigida a sus padres y a su pequeño hijo, Jade explicó el sufrimiento que afrontaba tras someterse al aborto.
II Encuentro Nacional Speimater Valencia 2018
Enviado por GalsuindaII Encuentro Nacional Speimater Valencia 2018
Del 20 al 22 de Abril
Isabel: manaba dolor de la herida escondida... pero también se iba sanando
Enviado por GalsuindaHoy recogemos este artículo de ReL Gracias por vuestra ayuda
Tengo 40 años y un pasado del que no me siento orgullosa pero la grandeza del Señor ha hecho que mi vida tome otro rumbo y pueda compartir con otras personas mi experiencia tras realizar el Proyecto Raquel.
Mi marido y yo tenemos tres hijos maravillosos. En la actualidad disfruto de mi familia y de la vida que el Señor me ha dado, pero eso no siempre ha sido así.
Hace poco más de dos años mi vida era muy diferente. Antes de que el Señor entrase en mi vida andaba siempre buscando respuestas a mi existencia.
Vacío existencial, a llenar con compras y gastos
Yo intentaba llenar un vacío existencial, mi sentimiento de falta de amor, con compras compulsivas, viajes caros, robos, mentiras y otras malas prácticas. Entre ellas, dos abortos, que me han marcado la vida.
Hace poco más de 14 años me quedé en estado. Llevaba poco más de un año casada. Mi marido lo que más deseaba era ser padre pero yo no me veía preparada en ese momento para ser madre. Yo tenía 25 años recién cumplidos y el hecho de ser madre lo sentía como una gran losa sobre mí.
Cuando supe que estaba embarazada me entró una especie de ataque de pánico y sin consultarlo con mi marido decidí pedir hora en una clínica abortiva en la zona alta de la ciudad. Así enseguida “se solucionó” ese “pequeño inconveniente”. No se lo conté más que a un par de amigas íntimas.
Durante muchísimos años el recuerdo de esa vida que no llegó al mundo quedó guardado como en una caja fuerte. No sentía remordimientos y me justificaba pensando que no eran más que unas pocas células sin vida propia. No creía que esa decisión traería secuelas a mi vida, pero años más tarde descubrí que sí.
Más hijos... y otro aborto
Un año después, volví a quedar en estado. En esta ocasión sí decidí tener a mi hija que ahora tiene 13 años.
Pasaron casi dos años cuando de nuevo volví a estar embarazada, en esta ocasión de un niño, que ahora tiene 11 años.
Y al poco tiempo de nacer mi segundo hijo descubrí con asombro que volvía a estar embarazada. Cuando me enteré de que estaba en estado se lo conté a mi marido y en esta ocasión de mutuo acuerdo mi marido y yo decidimos que no era el momento de traer una nueva vida al mundo.
Con la mayor frivolidad y falta de entendimiento abortamos esa vida.
Yo ya no estaba tan convencida de abortar, pero siento que me dejé arrastrar por la opinión de que aquel no era un buen momento para tener otro bebé.
Comodidad material, pero una relación herida
Se puede decir que éramos una familia que vivía con comodidades materiales. Aparentemente lo teníamos todo.
Pero la realidad es que en nuestra casa reinaban los gritos, la falta de orden y la indisciplina. Tristemente, cada uno iba a la suya.
Yo no era una auténtica madre. No es que no me ocupara de ellos y los mimase muchísimo. Pero en aquella época lo primero era yo, lo segundo yo y si quedaba algo era para mí. A mis hijos les faltaban normas, límites y que su padre y yo fuéramos a una en su educación. Nos dedicábamos a discutir sobre quien lo hacía peor y a echarnos los trastos a la cabeza sin buscar soluciones ni pensar en ellos.
Como matrimonio, vivíamos en mundos paralelos, convivíamos en un mismo espacio pero cada uno hacía su vida. Seguíamos juntos después de 15 años casados, pero yo sentía que aquello no funcionaba como matrimonio ni como familia.
Dolor en la conciencia... y búsqueda New Age
Al cabo de los años el recuerdo de los abortos y el mal de conciencia fueron haciendo mella en mí. Empecé a sentir que debía reparar aquel mal, pero no sabía cómo hacerlo.
Una amiga me habló de las “constelaciones familiares”, una especie de terapia alternativa. No dudé ni un instante en hacer una sesión y a pesar de que curiosamente el día que había quedado para hacer la constelación me surgieron varios imprevistos, finalmente asistí a la cita. Salí de la sesión más confusa y preocupada que antes porque todo aquello me pareció extraño y turbio pero no sabía bien qué era lo que me provocaba aquella sensación.
Al poco tiempo yo tenía mi mesita de noche atestada de libros de la nueva era. Era casi una experta en terapias alternativas y había acudido en infinidad de ocasiones a tarotistas, reiki, constelaciones familiares, cartas astrales y todo tipo de cosas que por aquel entonces me resultaba un mundo increíble y fascinante.
El vídeo de un religioso contra la New Age
Gracias a Dios, el Señor irrumpió en nuestras vidas hace ahora un par de años. Una noche me puse a ver vídeos y zapeando fui a caer en un vídeo en el que hablaba un religioso sobre los peligros de la Nueva Era. Lo vi hasta el final. Ese vídeo hablaba sobre las prácticas esotéricas que yo misma había hecho.
Esa noche me costó mucho dormirme. Ese vídeo me abrió los ojos y empecé a buscar más sobre el tema. Ese se puede decir que fue el principio de mi conversión.
A raíz de ahí fue como si el Señor me llamase diciéndome “hasta aquí hemos llegado, a partir de ahora vas a ir por el buen camino y vas a dejar atrás todas las malas prácticas”.
Poco después, limpié la casa de todos los objetos y libros que fueran en contra de la fe cristiana. La verdad es que no me costó nada hacerlo y a partir de ese momento empecé a leer la Biblia. Desde entonces es mi libro de cabecera al que acudo frecuentemente.
Un testimonio en un Retiro de Emaús
A finales de invierno del 2017 decidí participar en un Retiro de Emaús. Una de las charlas la hizo una chica que dio su testimonio sobre el aborto. Su testimonio me tocó de manera especial y fui a hablar con ella para expresarle mi agradecimiento.
Mi vida acabó un 6 de febrero de este año
Enviado por GalsuindaMi vida acabó un 6 de febrero de este año, cuando me arrancaron a mi bebé de mi vientre. Ese bebé que hubiera sido la gran felicidad de mi vida, y el motivo de mi existencia. Ese bebé que si le hubiera dado la oportunidad de vivir, hubiera sido el más feliz del mundo. Sufrí el aborto en la Clínica Tacoronte, de manos del Doctor J.R
Cuando quedé embarazada de mi actual pareja, era la persona mas feliz del mundo. Mi chico siempre me había dicho que él nunca me abandonaría en caso de un embarazo, todo lo contrario. Cuando me quedé embarazada, sólo pensaba que lo malo seria el decírselo a mis padres ya que yo soy bastante joven (18 años) y no se lo tomarían bien en un principio, pero pensaba que de igual forma me iban a ayudar. Jamás tuve ese apoyo.
Cuando me hice el test de embarazo en seguida salió positivo, estaba ilusionadísima, pero desde el momento que se enteró mi pareja, no le hacia mucha gracia, siempre estaba con su hija, y a mi me dejaba de lado (fue automático desde que se entero), no estaba para nada ilusionado, estuve esa época sensible y por nada lloraba, y el me decía que yo estaba insoportable etc., etc., yo me sentía muy triste porque no veía el único apoyo q iba a tener.
Una vez que se enteraron mis padres me dijeron q no se lo podían creer, que les avergonzaba como hija y que los había defraudado, ya que me creían mas madura. Pero yo sabía que solo pensaban en el qué dirán de la gente. Pero también me dijeron de abortar ya que las cosas no iban muy bien con mi novio y no nos veían futuro e iría mal.
Yo estaba fatal, no me podía creer que estuviera pensando en seguir adelante sola o abortar .Había defraudado a mis padres y me sentía muy sola también por parte de mi pareja. Estaba entre la espada y la pared.
Leslie Blackwell pasó del activismo abortista a la lucha provida
Enviado por Galsuinda‘La verdad me ha liberado’, concluye
Un año del proceso de sanación para personas que han abortado
Enviado por Galsuinda
Desde el verano de 2016 se ha atendido a doce personas, de las cuales una parte ya ha completado el itinerario de sanación. Se trata de un proceso muy experimentado en el que la consejera (si la persona atendida es mujer) o el consejero (en el caso de que se atienda a un padre, compañero o sanitario que hubiera colaborado al aborto) transmiten a estas personas que tanto están sufriendo por un aborto, “el amor y la misericordia que Dios les tienen”, según señalan Vicente Codoñer y Mª Carmen Contell, responsables del proyecto. En este sentido, añaden que “la oración y los sacramentos de la penitencia y la eucaristía son los verdaderos nutrientes de los pasos y etapas, algunas de carácter psicológico, de este proceso sanador”.
Confesiones de un médico abortista: “Un trabajo sucio, como la guerra”
Enviado por Galsuinda
Leído en Rel
Usada como emblema pro aborto: «Me daña más el aborto que la violación»
Enviado por Galsuindaa abortar, pero las autoridades insistieron:
Es la historia del llamado "Caso C" o "C Case". Los abortistas irlandeses e internacionales lo han usado muchas veces para presionar a favor del aborto a niñas o mujeres violadas.
Pero esa adolescente de 13 años que abortó en Inglaterra creció y en 2013 contaba en el The Independent de Irlanda que se arrepentía del aborto, que abortó presionada por los mayores, sin saber lo que hacía y que cada día se arrepiente, que piensa cada día en la niña a la que no dejaron nacer, que la imagina como una niña rubia, que la imagina al ver a sus hermanos, los hijos que tiene ahora.
En este testimonio explicaba que la violación la dañó, pero el aborto la ha dañado mucho más, y la daña cada día.
Publicamos a continuación la traducción al español de este testimonio, recogido en The Independent de Irlanda y traducido por Salvar El 1 , la web de historias y testimonios que demuestran que algo horrible, como la violación, no justifica el aborto, y que donde se apuesta por la vida hay superación, esperanza y sanación.
La mamá del Caso C: "Cada día me duele mi bebé perdido"
-’Yo me voy en un avión a reacción..., no sé cuándo regresaré’. Nunca olvidará esas líneas, pero una parte de ella nunca volvió después de eso. No sabía que al día siguiente su vida iba a cambiar para siempre.
Fue autorizado por el Tribunal Superior en virtud de la sentencia anterior del caso ‘X-Case’ ya que el tribunal dictaminó que era posible que Mary se suicidara.
"Recuerdo que venían con una bandeja de plata y una jeringa y me inyectaban Largactil. También me la ofrecían en un líquido pegajoso color marrón o en forma de tableta. Yo decía que no a ambos. Entonces cuatro o cinco empleados entraron, me sostuvieron y me pusieron una inyección en la nalga. Eso fue horrible porque me trajo recuerdos de la violación. Al final, terminé tomando las tabletas porque no quería que nadie más me sujetara así”.